viernes, 13 de agosto de 2010

Lo maravilloso de la vida es la capacidad de enamorarse. Poder encandilar la vista de nuestro espíritu con los detalles de cada parte de lo que podemos percibir es la mayor virtud posible, aunque muchas veces el "grueso" nos parezca despreciable. Es por esto que nuestra monotonía la podemos definir como un esrado de incapacidad para poder crecer mediante el arte de amar. Esto lo llamamos "depresión", pues no somos capaces de alimentar nuestro corazón y todo nuestro medio se vuelve rutinario.. Ver la vida como un proceso de conocimiento como principio y como fin es depresivo, ya que tal método no deja espacio al encantamiento y a la magia. Nuestro cerebro se acostumbra al hábito de una fría ciencia y suprimimos la posibilidad de enamorarnos, en post de "objetividad", lo que lleva a destrozar nuestras percepciones que se hallan fuera del condicionamiento materialista al que el ser optó desde... la Ilustración? El Universo se encuentra ante nosotros durante toda nuestra vida, y lo académicamente demostrable constituye una parte tan infinitamente pequeña como lo infinito del Universo. Es por esto que pienso que la "objetividad" es algo demasiado sobrevalorado en esta era (como concepto, porque como realidad no la creo), y es sólo una limitación al entendimiento que podemos tener acerca del cosmos. Pero todo esto nace desde la creación del lenguaje, que no es más que la necesidad del ser por crear conjuntos simples y generalizadores de lo que nuestros sentidos más inmediatos pueden percibir, suprimiendo los detalles que hacen que el orden universal deje de existir y entremos en un estado de caos cognitivo (psicosis).


Durante los últimos años he perdido la iniciativa a escribir. este blog es un primer paso para expresar ciertas ideas que voy formando en mi cerebro durante esta vida.
Agradezco a quienes se den el tiempo de leer esto.